Chequeos médicos y alimentación que una futura mamá debe tener en cuenta durante el primer trimestre
- Fundación Baltazar y Nicolás
- 6 nov 2018
- 3 Min. de lectura
La atención pre-natal en los primeros tres meses reduce las probabilidades de nacimientos prematuros o bebés con bajo peso. Durante estas sesiones, el personal de salud pesará a la mamá, medirá su abdomen para ver si el bebé está creciendo como se espera, controlará su presión arterial, entregará los micronutrientes (ácido fólico, hierro y calcio), brindará recomendaciones para cuidar su salud e indicará los exámenes de orina y sangre que debe realizarse.
El examen de sangre permite determinar los niveles de hemoglobina, lo cual es importante para determinar anemia en la gestante y evitar que el niño la tenga al nacer, sobre todo en el primer trimestre de embarazo. Saber el nivel de hemoglobina en la sangre no solo permite a las mujeres conocer el riesgo de una posible ocurrencia de partos prematuros, también determina el factor Rh. Si el Rh de la futura madre es positivo (Rh+), no existe ningún problema, pero en el caso de que sea negativo (Rh-), será necesario realizar una prueba llamada test de Coombs para asegurarse de que en el organismo de la mujer no existan anticuerpos que puedan dañar al feto en caso de que este sea Rh+. Esta prueba se repite mensualmente a partir del quinto mes.

El examen de sangre también permitirá descartar infecciones de transmisión sexual como el VIH y Sífilis perjudiciales para la vida del recién nacido, Se sabe que 8 de cada 10 partos prematuros se asocian a infecciones que ocurren dentro del útero; la detección oportuna de enfermedades de transmisión sexual (ITS) permite su pronto tratamiento.
Casi todos los análisis de sangre se acompañan de un análisis de orina para examinar la presencia y la cantidad de proteínas. Al final del embarazo, descubrir, por ejemplo, proteínas en la orina es signo de preeclampsia o tensión arterial elevada; mientras que la presencia de azúcar puede significar la diabetes gestacional. Este examen es importante realizarlo en los tres primeros meses de embarazo, pues si revela que la gestante tiene infecciones urinarias, incrementaría el riesgo de tener un parto prematuro y con tiempo, se podría estar prevenido.
En cuanto a la alimentación durante la gestación, es fundamental la ingesta de una dieta balanceada que ayude al incremento de energía para satisfacer las necesidades de la madre como del bebé. La Organización Mundial de la Salud recomienda una ingesta adicional de 285 calorías diarias para aquellas mamás que conservan su actividad física, mientras que aquellas que la han reducido deben consumir 200 calorías. Asimismo, se recomienda que las gestantes tengan 3 comidas principales + 1 ración extra.
A continuación, un resumen nutricional de alimentos sugeridos para las mamás embarazadas:

En esta etapa es necesario comenzar con una suplementación de micronutrientes que aseguren todo el requerimiento que la gestante necesita para ella y su bebé. Es recomendable, por ejemplo, empezar a consumir ácido fólico tres meses antes del embarazo y continuar hasta la semana 13, el sulfato ferroso desde la semana 14 hasta el parto y el calcio desde la semana 20. Sin las cantidades adecuadas de vitaminas, se pueden tener graves consecuencias como defectos del tubo neural, malformaciones congénitas o parto prematuro.
Finalmente se ha demostrado que la violencia ejercida durante el embarazo provoca que él bebe nazca antes de tiempo; por lo cual, se debe evitar conductas violentas y situaciones que pongan en estrés a la madre gestante, que ya de por si, por los cambios hormonales, se ve expuesta a la vulnerabilidad del estado anímico. Por ello, el apoyo de su pareja y su familia será fundamental para acompañar esta época de cambios.
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Fuente:
https://www.serpadres.es/embarazo/pruebas-embarazo/articulo/analisis-de-sangre-en-el-embarazo-primer-trimestre
https://www.seedo.es/images/site/Guia_Alimentacion_Embazaradas_Medicadiet.pdf
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